Este bizcocho de vino y chocolate es uno de los preferidos en mi familia, y más en estas fechas, ya que su sabor ya empieza a darnos notas de inviernos y de la Navidad.
Hace unos años ya publiqué la receta original traída directamente de la mano de una de mis primas alemanas, Jessica.
Hoy le he dado una vuelta de tuerca para intentar aligerarlo (no mucho...) sustituyendo la mantequilla por aceite de oliva y añadiendo algo más de sabor, y he de decir que el resultado ha sido ESPECTACULAR! Mucho más esponjoso y sabroso que la versión original. El "tuneo" ha valido la pena :)
Aquí os dejo la versión 2.0 del Rotweinkuchen (pastel de vino tinto).
Ingredientes
3 huevos
150 gr. de azúcar
150 ml. de aceite de oliva suave
150 ml. de vino tinto
1 cucharadita de canela
1 cucharadita de pasta o esencia de vainilla
250 gr. de harina
2 cucharaditas de levadura
2 cucharadas soperas de cacao en polvo sin azúcar
Ralladura de mandarina o naranja
Para el glaseado
6 cucharadas soperas de azúcar glas
4 cucharadas de vino tinto
1 pizca de canela
Precalentamos el horno a 180º y engrasamos nuestro molde para tenerlo preparado. Yo he utilizado el precioso Elegant Party Bundt de Nordic Ware, me encanta!!
En un bol batimos los huevos con el azúcar hasta conseguir una crema blanquecina y veamos que duplica su volumen. Incorporamos el aceite, el vino tinto y la vainilla, y mezclamos un poco más.
Añadimos la harina, levadura, canela y cacao tamizados y batimos de forma suave hasta que obtengamos una mezcla homogénea.
Ojo no "sobrebatir" la masa o perderemos el volumen que hemos conseguido con el batido inicial.
Por último, añadimos la ralladura de mandarina o naranja y la mezclamos bien.
Vertemos la masa en el molde y horneamos durante 45-50 minutos o hasta que esté doradito y al pinchar con un palillo salga limpio.
Si utilizamos este tipo de molde, lo debemos dejar enfriar durante un mínimo de 20 minutos antes de desmoldar o se nos romperá el bizcocho.
Para preparar el glaseado, mezclaremos el vino, azúcar glas y canela hasta que no hayan grumos y consigamos una textura similar a la del yogur griego.
Desmoldamos el bizcocho y vertemos el glaseado por encima.
Os animo a hacerlo, os sorprenderá su delicioso sabor.
Petonets!!!
Hace mucho que le tengo echado el ojo a este bizcocho de vino tinto... me produce una gran curiosidad, debe estar de escándalo!
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